lunes, 30 de abril de 2012

De personalidades múltiples

Es más fácil creer que existe una dualidad.
Creer que solo soy culpable por la mitad de las cosas que hago y que otra persona es responsable de las otras.
Me quita un peso de encima, solo respondo por lo que hago cuando pienso de cierta manera, cuando estoy de un cierto humor, cuando puedo verme al espejo y reconocer a la persona devolviéndome la mirada.
Es más fácil.
El único problema es que la persona que lástima a los demás y dice cosas para luego retractarse, lo hace con tu cara.
El problema es que la persona que tú no reconoces en el espejo, también eres tú.
Y eres igualmente responsable por lo que hace, aunque haya circunstancias atenuantes, aunque el otro haya empezado, aunque no haya sido tu intención, aunque te arrepientas, aunque te digas que ese no eras tú.
Lo eras.
Porque aunque tengas 4 personalidades, dos amigos imaginarios dándote consejos y sigas las instrucciones de tu mejor amigo al pie de la letra, tú eres el que hace, tú eres el que toma las decisiones.
De manera que hazle frente a tus decisiones.
Sea cuál sea la personalidad que tomo la decisión, las otras 3 también deben responder.

domingo, 29 de abril de 2012

De dibujos de medianoche


A veces cuando me aburro me pongo a dibujar, de vez en cuando me gusta lo que sale.

sábado, 28 de abril de 2012

De rendirse

Estoy cansada de pelear.
Estoy cansada del sentimiento de que no soy suficiente.
Estoy cansada de sentir que sin importar lo que hago me equivoco.
¿Acaso importa?
¿Importa que corra o no me mueva? ¿Hace alguna diferencia que pelee y luche? ¿O que me rinda y no haga?
Porque siento que da igual.
Siento que sin importar lo que haga el sentimiento de culpa siempre va a estar ahí. Esperando una mínima equivocación para aplastarme. Siento este peso en el pecho que dice no puedes correr ni esconderte, voy a estar aquí, siempre, quitándote las ganas, hasta que te canses, hasta que decidas que no vale la pena luchar, hasta que te rindas, de una vez por todas, hasta que te resignes, hasta que se te acaben las lagrimas, hasta que no te quede nada, hasta que dejes de creer, hasta que te duela.
Y no es justo.
Y lo sé.
No es justo pero ahí está él.
Persiguiéndome como si no le hubiera entregado todo lo que tenía a cada uno de los tantos errores que cometí. Como si necesitara que el me los recordara.
Y sin embargo ahí está.
Quitándome todo lo que me queda.
Lo poco que aún me queda.

De errores

Tal vez lo estoy haciendo todo mal.
Tal vez me equivoqué.
Tal vez debí haber abierto los ojos cuando los cerré.
O debí haber corrido cuando me quede.
Tal vez debí haberme quedado cuando huí.
Tal vez debí haber luchado cuando me rendí,
Tal vez debí rendirme ante la evidencia en vez de seguir peleando.
O tal vez todo salio de acuerdo al plan.
Tal vez algún día, en algún momento, en algún lugar entienda porque cerré los ojos en vez de abrirlos, tal vez algún día me perdone.
Después de todo nadie puede adivinar hasta donde van a llegar las cosas.
Ni las últimas consecuencias de algo que empezó como un juego.
Ni quien va a salir lastimado.

jueves, 12 de abril de 2012

Ahora o nunca

Todo o nada.
No te pedí nunca que te arriesgaras.
No me atreví a decirlo.
Ahora o nunca.
Eso debí decir.
Pero ambos sabíamos...
O cuando menos sospechábamos,
solo nos queda un nunca.
Pero es nuestro.
Todo o nada.
Ahora tenemos un nada separados.
Cuando pudimos haber tenido un todo juntos.
¿O era un nada juntos y un todo separados?
Ahora o nunca.
Si no lo dije es para tener por siempre,
la esperanza de un ahora.
Todo o nada.
Nada si es junto a ti.
Ahora o nunca.
Ahora y siempre.
Todo o nunca.
Ahora o nada.
¿Acaso importa?

lunes, 9 de abril de 2012

About time to have some honesty.

I can't remember the last month that went by without thinking of you.
The truth is I can't remember the last day in which I didn't remember you or the last prayer I said that didn't include you.
I'm not as delusional as I sound.
I am aware that right now there is a big chance you are the object of my affection (movie title) solely because I don't have you.
Also I was never the right girl for you and a few years have not changed and will not change that fact.
But somehow my heart races when I see you.
Anyway I did try. I did! I held his hand and hugged him, I even danced with him, and I felt nothing, my heart did not race,  the beat did not get any louder, nothing changed.
But he made me realize how much the people I care about and care about me were concerned about me not having a boyfriend.
Everyone rooted for him, I rooted for him, I gave him way more opportunities than he earned because every time I was going to quit someone told me to give him a second chance, so I did, I accepted presents and held hands, I played nice and smiled, I answered questions and took his calls, I was not rude even though he would call me before going to bed and not hang up despite me saying I was going to sleep, I did not yell at him even when he got honestly annoying, I did try. You can not blame me for not trying because I did, I did until I felt uncomfortable, until my insticts started feeling funny, I did try and I know because I am still trying.
Because everyone is worried about me not having a boyfriend, about me being the same antisocial girl I was in high school, about me not succeding, everyone is worried about me.
But I refuse to settle. I don't want a fairytale, I don't want a prince charming but I refuse to have a grey life when there are so many colors to choose from, when I could have a blue, green, purple, orange or white life with a prince to match.
So you see, I'm not worried about me, because despite how my life may look from the outside, I am enjoying it.
And the only time I feel bad, guilty or ashamed is when I try to fit into your little, perfectly defined box that still can't hold me, but I'm not in high school anymore, you can't make me feel miserable, guilty or ashamed for being me. So screw you people and your idea of what I need to be happy.
Worst case scenario, I'll be the crazy cat lady with a gigantic library.
And guess what? I will enjoy it and be happy.

martes, 3 de abril de 2012

De cargos de consciencia

¿Qué define un error?
Verás nunca había tenido que hacerme esta pregunta. Siempre ha estado mi consciencia disponible para responderme que cuando te sientes culpable es porque estás haciendo algo malo.
Y yo soy una experta sintiéndome culpable. Cosas bobas como coger dos gomitas en vez de una, a pesar de que todo el mundo lo hace. O coger un bom bom bun para guardárselo a alguien que no está ahí. Tener una obvia preferencia por uno de tus primos simplemente porque es menor.
Mi consciencia me hace sentir mal por recoger un borrador y quedármelo aunque sabe que no hay objetos perdidos o que nadie va a objetos perdidos por un borrador, no cuando has ido a objetos perdidos y sabes que hay celulares que nadie ha ido a reclamar.
Pero luego estás tú. Tú con la etiqueta que dice error por cometer. Y yo que no siento que sea un error. Yo que no me siento culpable, yo que solo siento que existes para hacerme indefinida eternamente, para no saber nunca por qué estoy equivocándome, por qué eres un error y por qué no me siento mal si me estoy equivocando. Y no lo sé.
Y está bien.
Por qué usualmente me cuesta aceptar que no sé qué estoy haciendo.
Pero creo que haré una excepción.
Y simplemente continuaré respirando.

De huidas

Escápate conmigo.
Vámonos.
Lejos.
Que nos busquen, que nos encuentren, perdámonos.
Tú y yo, sin dar explicaciones.
Huyamos, deja tus temores, deja que se entiendan ellos con mis miedos y discutan cuál es más grande y cuál más culpable.
Vámonos sin saber adonde, sin saber cómo o porqué.
Podemos desaparecernos y dejar a mi orgullo lidiando con tu ego, que descubran cual es más fuerte. Que nos importa a nosotros lo que decidan ellos.
Lejos, donde nadie nos conozca o que nos conozca todo el mundo, da igual.
Solo dame tu mano y vámonos.
Seguro encontramos un mar que navegar y si no, nos contentamos con un parque que caminar y columpios que montar.