miércoles, 20 de junio de 2012

De oscuridades internas

No me gusta tener novio.
Me vuelvo una criatura debil y sin fuerzas que necesita ser rescatada, socorrida y consolada.
Soy fuerte, sé que es dificil de creer y más cuando estoy hecha un guiñapo
Pero lo soy, soy fuerte cuando debo serlo y ni por error permito que asomen las lagrimas cuando no deben. Creeme. Aun cuando las lagrimas le quiten credibilidad a mis palabras. Creeme. Porque es cierto y jamás te mentiría. Creeme porque te estoy escribiendo esto a ti.
Y ya sé que no juegas ningún rol en este turno del juego, después de todo la única que juega soy yo, con mis sentimientos, con los tuyos, con fuego, a mentir, a esconder y a omitir.
Dejame estar, dejame ser.
Ya volveré a ser fuerte cuando no haya quien me consuele.
Cuando extrañar duela menos que su presencia, cuando este tan lejos que el punto en el horizonte no seas tú ni la ciudad sino todo un mundo.
Tal vez tengan razón esos que dicen que mañana será otro día.
Un nuevo día con nuevas lagrimas para ser vertidas.
No te preocupes por la oscuridad de lo escrito.
Es más fácil dejar a la oscuridad olvidada y abandonada en un rincón cuando la vuelves palabras.

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