De preguntas pendejas

Hace un tiempo alguien me pregunto que buscaba en una pareja.
No respondí.
En ese momento la pregunta estaba dirigida a características físicas y yo a duras penas tengo clara mi vida como para saber además qué quiero.
Aún no sé la respuesta.
Lo confieso, me faltan características todavía.
Pero sé un par de importantes.
Tiene que quererme. Suena tonto, lo sé. Uno creería que es sencillo y que está implícito. No. Con la cantidad de relaciones dañadas, extrañas, complicadas y desastrosas que he conocido, parece importante aclararlo. Quererme y querer estar conmigo.
Sé que soy linda. Sé perfectamente lo egocéntrico que eso suena pero después de 23 años soy capaz de aceptarlo sin menospreciarme por serlo. Quiero alguien que me encuentre hermosa. Sí, sé lo imposible e improbable que es pero una chica tiene derecho a soñar ¿no? Preferiblemente que me lo diga, al menos de vez en cuando.
No pido un poeta. No pido ser la musa de nadie. No pido ser Helena y desatar una guerra. No pido grandes demostraciones de afecto. No pido regalos materiales que demuestren mi valor. No pido mucho, pero quiero alguien que quiera estar conmigo.
¿Suena sencillo? Sí.
Ahora alguien explíqueme porque es tan complicado en la vida real.