Cuando yo tenía 12 años recuerdo que odiaba, detestaba, el día del maestro, no quería ir al colegio y peleaba con mi mamá.
Porque mi mamá todos los años, cada año, mandaba regalos a todas las profesoras, siempre, sin excepción, incluida la bibliotecaria, y yo y mi hermana como niñas buenas que eramos hacíamos caso y entregábamos todos los regalos ese día.
Yo no entendía porque carajos mi mamá me hacía pasar esa pena, nadie más hacía eso, nadie!
Me preocupaba que pensaran que las estaba intentando comprar (lo sé, a la única que necesitaba comprar era a Sandra, mi profesora de educación física)
Pero yo era una niña obediente y lo hacía (por mucho que sintiera que era un soborno ¬¬)
De manera que aquí estoy, 10 años después entendiendo que ser profesor es una vaina jodida, que esas mujeres se merecían todo lo que yo pudiera regalarles, porque era una pequeña forma de demostrarles que cambiaron mi vida, aún cuando en ese momento no lo sabía, aún cuando me demore 10 años entendiéndolo.
Y en estos momentos me habría gustado decirles lo mucho que las admiré admiro (en presente)
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