Sigo siendo la niña tonta que se asusta con cualquier cosa, la misma que le tiene miedo a fantasmas que no existen y a monstruos que no están... lo sé, lo sé, es ilógico, idiota temerle a fantasías cuando diariamente el ser humano demuestra ser el mayor peligro que existe sobre la faz de la tierra, lo sé...
Y sin embargo no pude volver a dormirme, aún con la claridad del día asomándose a la ventana, a pesar de los sonidos mañaneros a los que estoy acostumbrada, puertas abriendose, inodoros bajando, duchas abriéndose, ollas en la cocina, platos en el lavaplatos, una mañana perfectamente normal, entonces porque no fui capaz de pararme de la cama? a qué le puedo tener miedo si al otro lado de la puerta hay gente despertando? A veces, sólo a veces soy aún peor que una niña chiquita, después de todo que niño le tiene miedo a los fantasmas después de haber salido el sol?
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