Sin proponermelo inmediatamente llegan los recuerdos, esos recuerdos tontos que de alguna manera sobreviven en el tiempo. Recuerdo los almendros, esos árboles debiluchos con su olor característico que por alguna razón están por toda la ciudad, aquí aun no he visto el primero...
Supongo que debo admitir que cuando pienso en Cartagena no pienso en mar, murallas y demás atracciones turísticas, tampoco en la casa de la abuela y en la familia, cuando pienso en Cartagena recuerdo el tercer callejón, las lluvias, el chorro, recuerdo las bicicletas que se podían manejar por cualquier parte, recuerdo el centro, con sus casas viejas, sus tres librerías, sus plazas y sus palomas, particularmente recuerdo los domingos del centro, antes, cuando eran callados y las murallas no eran visitadas constantemente, cuando se podía correr por las calles sin preocuparse por carros, recuerdo las iglesias, las odiadas iglesias porque a mi no me parecían lindas, era una tortura, las misas eternas, el calor insoportable, la cantidad abrumadora de gente, francamente odiaba las misas en el centro y ese odio se extendía a las iglesias.
El parque centenario cuando era apto para niños, los raspaos, particularmente el de kola con leche, extraño el hecho de que patacón con queso es una comida decente, que una arepa e' huevo es un desayuno y una comida perfectamente aceptable y que una chicharronada pueda ser un almuerzo.
Extraño la lluvia de Cartagena y los pocos días del año que hacia "frío", extraño tantas cosas que ya no tengo, extraño el llegar en 10 minutos a cualquier parte, el sol que odio, el paseo peatonal y el parque de manga, los helados de la maquina de mimo's, esos con los que crecí, extraño la tranquilidad de manga, extraño que a las 9 de la noche un domingo se pueda caminar por ahí, extraño los planes pendejos y que caminando se pueda llegar a casi cualquier parte.
Sí,supongo que a los ojos de los cachacos, extraño la parte "pueblerina" de Cartagena...
Pero que tiene de genial esta ciudad?
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